Un menú que cambia constantemente, cantidades decentes y una propuesta de sabores atrevidos han logrado que este sea uno de los mejores lugares de Caracas actualmente en relación precio-valor. Famoso por su hamburguesa de pato, aunque no siempre está disponible y con tantas opciones en el menú, rara vez se repetirá la misma elección.
Como tantos lugares en Venezuela, actualmente sufre mucho de la escasez de ingredientes, haciendo que solamente estuviera disponible el 30% de su menú. Las hamburguesas de pollo ahora son de carne y el sabor por supuesto que no es el mismo. Cuando fui solamente tenían papas y hamburguesas, sin embargo no ofrecieron opciones ni recomendaciones.
Buen concepto, mal ejecutado. El lugar vende hamburguesas rellenas, pero no las puedes "customizar" porque vienen prerellenas. Si quieres extra de tocineta no se puede por eso mismo. Tampoco vienen con lechuga, ni tomate, ni cebolla ni nada. Solo viene el pan con la carne, rellena de queso (distintos tipos) y otras cosas. No es gran cosa, esperaba mucho más.
Ensaladas, principales y postres son extraordinarios, en realidad toooda la comida es espectacular! Los mesoneros muy amables, pero lamentablemente la atención es bastante desorganizada, lo cual desvirtúa la calidad del lugar.
Excelente propuesta de gastrobar en un lugar seguro y con DJs invitados que le quitan a uno las ganas de irse. Las sillas no son increíblemente cómodas y la comida no es para volver con demasiadas ganas, pero el ambiente y la música compensan.
Luego del fiasco que resultó ser el Da Guido que estaba aquí antes, fui con pocas ganas. La decoración y el personal externo son los mismos, aunque la entrada es por otro lado. La comida mejoró exponencialmente, con una carta bastante sencilla pero una variedad para todos los gustos fuera de carta. Atención con los vinos, pues los precios varían bastante, aunque los licores están dentro de los valores esperados.
Agárrate porque te vas a sorprender que un restaurante tan modesto y pequeño sea tan bueno. Especialidades peruanas increíbles en una zona "complicada". Sufre de lo que todos sufren, que es la disponibilidad de ingredientes, pero de lo que hay, sorprende la calidad. Sin duda volveré.
Lugar pequeño y con un ambiente envidiable, muy íntimo, aunque no apretado. Eso garantiza el buen servicio. Sin embargo es extraordinariamente caro, con platos que alcanzan los 3000 bs. y más. Los platos son sencillos y a veces abundantes. En una cultura en que en la mayoría de los casos se come con vino, cualquier comida hará a los comensales pensar en dividir la cuenta.
Ignorando la extraña decoración rococó del lugar, da gusto ir a un lugar en el que el chef sale a consultar con los clientes y recomendar platos, sin competir con el resto de los empleados. Platos gourmet tanto en sabor como en tamaño, con una mezcla muy interesante de sabores, texturas y olores. Incluso contando las cantidades, uno queda muy bien, y las técnicas de cocinado y descripción de cada plato (contado por el chef) hacen que uno quiera pedir todo, que al final casi lo haces. En algunos casos pueden pedir entradas y platos divididos, muy bien presentados.
Real Past (Las Mercedes)
A este lugar vas cuando no tienes hambre pero sabes que debes alimentarte. Bastante desabrido todo y las salsas son 60% maizena.
Lola
Un menú que cambia constantemente, cantidades decentes y una propuesta de sabores atrevidos han logrado que este sea uno de los mejores lugares de Caracas actualmente en relación precio-valor. Famoso por su hamburguesa de pato, aunque no siempre está disponible y con tantas opciones en el menú, rara vez se repetirá la misma elección.
H2 New Hamburgers
Como tantos lugares en Venezuela, actualmente sufre mucho de la escasez de ingredientes, haciendo que solamente estuviera disponible el 30% de su menú. Las hamburguesas de pollo ahora son de carne y el sabor por supuesto que no es el mismo. Cuando fui solamente tenían papas y hamburguesas, sin embargo no ofrecieron opciones ni recomendaciones.
Unos Gorditos Ahí (Altamira)
Buen concepto, mal ejecutado. El lugar vende hamburguesas rellenas, pero no las puedes "customizar" porque vienen prerellenas. Si quieres extra de tocineta no se puede por eso mismo. Tampoco vienen con lechuga, ni tomate, ni cebolla ni nada. Solo viene el pan con la carne, rellena de queso (distintos tipos) y otras cosas. No es gran cosa, esperaba mucho más.
La Casa Bistró
Ensaladas, principales y postres son extraordinarios, en realidad toooda la comida es espectacular! Los mesoneros muy amables, pero lamentablemente la atención es bastante desorganizada, lo cual desvirtúa la calidad del lugar.
Altobar
Excelente propuesta de gastrobar en un lugar seguro y con DJs invitados que le quitan a uno las ganas de irse. Las sillas no son increíblemente cómodas y la comida no es para volver con demasiadas ganas, pero el ambiente y la música compensan.
La Scala
Luego del fiasco que resultó ser el Da Guido que estaba aquí antes, fui con pocas ganas. La decoración y el personal externo son los mismos, aunque la entrada es por otro lado. La comida mejoró exponencialmente, con una carta bastante sencilla pero una variedad para todos los gustos fuera de carta. Atención con los vinos, pues los precios varían bastante, aunque los licores están dentro de los valores esperados.
José Antonio (Sabana Grande)
Agárrate porque te vas a sorprender que un restaurante tan modesto y pequeño sea tan bueno. Especialidades peruanas increíbles en una zona "complicada". Sufre de lo que todos sufren, que es la disponibilidad de ingredientes, pero de lo que hay, sorprende la calidad. Sin duda volveré.
San Pietro
Lugar pequeño y con un ambiente envidiable, muy íntimo, aunque no apretado. Eso garantiza el buen servicio. Sin embargo es extraordinariamente caro, con platos que alcanzan los 3000 bs. y más. Los platos son sencillos y a veces abundantes. En una cultura en que en la mayoría de los casos se come con vino, cualquier comida hará a los comensales pensar en dividir la cuenta.
Viniciu`s
Ignorando la extraña decoración rococó del lugar, da gusto ir a un lugar en el que el chef sale a consultar con los clientes y recomendar platos, sin competir con el resto de los empleados. Platos gourmet tanto en sabor como en tamaño, con una mezcla muy interesante de sabores, texturas y olores. Incluso contando las cantidades, uno queda muy bien, y las técnicas de cocinado y descripción de cada plato (contado por el chef) hacen que uno quiera pedir todo, que al final casi lo haces. En algunos casos pueden pedir entradas y platos divididos, muy bien presentados.