Sitio pequeño y con cierto grado de exclusividad, buen aire acondicionado, baños impecables y surtidos con lo indispensable.. las tortas son fenomenales, recomiendo la de auyama y nueces, y la de cambur y chocolate.... el café EXCELENTE, el papelon con limon en frasco muy bueno..... dos puntos en contra es que no cuenta con estacionamiento y hay que ligar puesto en la acera, y el otro es que es muy dificil moverse dentro del local sin tener que molestar a otros clientes. Atención normal.

Pollera tradicional en ambiente limpio, amplio, ordenado... menú sencillo tipico de un restaurant de este tipo. Algunos mesoneros son quizas excesivos en la atención a tal punto que pudiera ser asfixiante. Amplio espacio para estacionar. Recomiendo la parrilla picada mixta, está mas que bien en porción para 2 personas con apetito moderado.

Este restaurant es mi favorito en este estilo de comida, los ingredientes siempre frescos, los platos son preparados con mucho esmero y dedicación, bastante generosos en las porciones; lamentablemente la situación país les ha pegado duro, tanto que han tenido que diversificar su menú (platillos peruanos, españoles, etc.) y reducir la variedad de especialidades japonesas, sin embargo en sus nuevas opciones se nota la misma calidad y esmero. Recomiendo de entrada el "Asian Krunch" antes de que salga del menú pues están teniendo problemas para comprar salmón.

A pesar de las dificultades y situación país, este restaurant/tasca mantiene intactos sus sabores y porciones generosas en todos y cada uno de sus platos; recientemente hemos disfrutado de la famosa parrilla de mariscos, exquisita, generosa, fácilmente pudieran comer hasta 3 personas con hambre moderada; adicionalmente una ración de pimientos fritos y un asopado de mariscos el cual estuvo "espectacular", sabores realzados, perfecto nivel de sal, perfecta cocción del arroz y los mariscos.... te colocan en la mesa aceite de oliva y pimiento molido para que te sirvas a tu gusto tanto como desees; la nota negativa debo hacerla señalando que hay exceso de aire acondicionado para lo pequeño del local, es incomodo sentir el chorro de aire frio en la cara o espalda, y esto "enfria" la comida en un abrir y cerrar de ojos; por ultimo debo recordarles que es complicado a nivel de puestos de estacionamiento y en horas pico es imposible entrar al local por lo concurrido.

El Sábado fui por primera vez con mi familia, muy grata la experiencia sin duda alguna; puedo resaltar detalles importantes como el de "excelente comida, sazón, proporción, calidad", la atención fue esmerada, el ambiente sencillo, nada elaborado, no esperen lujo sin embargo es lo suficiente cómodo como para disfrutar de la excelente gastronomía Peruana, créanme, la calidad y variedad de los platos compensan el ambiente. Ese día hubo música en vivo, un dúo que entonó muy bien canciones típicas del Perú (no necesariamente folclóricas); un punto a tener muy en cuenta es el estacionamiento, no existe como tal, solo hay un par de puestos por lo que hay que optar por ubicarse en la acera con precaución. Recomiendo 101% el Sudado a lo Macho, El Lechón y el Chupe en sus diversas presentaciones. En la próxima visita me propongo probar el Piqueo y el Ceviche.

Segunda vez que visito el sitio, y se repite la pobre experiencia de la primera; lo resumo en un servicio/atención nada apreciable, demoran aprox. 45 minutos en servir los alimentos, la calidad de la comida muy baja y por ultimo tenían un canal de música de TV por Cable con un especial de ballenato con mucho volumen; es lamentable pues por el tipo de comida y la zona en la que se encuentra pudieran, con un poco de esfuerzo, convertirse en un sitio predilecto para las cientos de personas que trabajamos en el sector!

Buen ambiente, la atención regular (nos sentamos y 20 minutos después nos atendieron), la comida excelente.... yo le añadiría al Menú Cocido Gallego y Callos a la Madrileña para terminar de darle el toque... Recomiendo la Ternera con Cordero a la Farruco acompañado de papas a la leonesa.

Un lugar de ambiente rustico en zona montañosa si se quiere, fresco, su comida es exquisita, el plato bandera es el conejo, preparado con mucho esmero, también ofrecen cordero, pollo y otras cosas, los contornos son papas y ensalada, todo servido en bandejones de metal, porciones abundantes con las que fácil pueden comer 4 personas; los precios son bastante solidarios, de verdad recomiendo 100% este sitio. Ojo, las 2 ultimas veces las papas eran convencionales, y esperaba mas bien "papa arrugada (con concha y sal)", pero no fue mal de morirse pues el conejo, una vez mas, estaba exquisito; la marquesa de almendra "fenomenal" y súper fresca, al menos ese día.... el restaurante tiene buen estacionamiento (amplio).

Comí el Viernes 09/05 allí al medio día, con mis compañeros de trabajo, pedimos pasta (raviolis con salsa bologna, Tortelines con salsa Pesto y Tortelines con salsa Cuatro Quesos), nada especial, demoraron 45 minutos en servirnos la comida, y estaba fría. Mi bebida favorita allí es el Papelón con limón, no se como lo preparan pero es muy sabroso y refrescante. He probado las pizzas y las empanadas gourmet (horneadas) y son bastante buenas y lo pueden ser aun mas si usaran ingredientes de primera calidad; la atención normal como siempre aunque se ponen pesados pidiéndote propina al pedir la cuenta.

Hoy mi experiencia no fue la mejor por mucho, se me ocurrió llevar a mi familia a hacer una merienda con pastelería de hojaldre y un par de capuccinos... la atención peor que nunca, de mala gana y muy demorados para todo (25 min. para servir 1 café), entre lo que ordenamos había un Chausson de Guayaba con Queso Crema, al menos eso decía el menú, pero era solo guayaba aun cuando el mesero aseguraba tercamente lo contrario; pedí 3 productos distintos y al cabo de 5 minutos regresaban diciendo "se nos agotó o no hay", el ambiente sigue siendo super agradable y acogedor.... luego pasamos al bodegón a realizar un par de compras para picar en casa el día de la madre, la atención en charcutería fatal, a tal punto que uno de los charcuteros manoteandome me dijo que me fuera del local si no me gustaba el producto que vendían. Lo único que si estuvo sabroso fue el pan y el cheese Cake. No estoy seguro de volver a la sucursal de los Altamira.