Comida de porciones generosas, buen sabor, pero de precios notablemente elevados y los platos pequeños para la cantidad de comida, lo que hace incómoda la experiencia. El lugar es agradable y con ambiente cultural árabe, pero el camino para llegar son unos pasillos nada relucientes que estropean un poco la estética del entorno. El servicio cordial cómo se espera de un restaurante de este tipo, pero nada que destaque. En general, una experiencia muy estándar marcada por el exabrupto de los precios. Se me ocurren al menos 5 lugares mejores para degustar buena comida árabe.

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