Buen lugar para ir después del almuerzo o al final de la tarde, hay ambiente interno y mesas afuera, es atendido por su propietaria una señora super amable, hay opciones para comer pero en esta ocasión solo fuimos por café, excelente sabor, bien caliente y hecho con mucha dedicación, te lo sirven en una maderita con su agua al lado, muy original, recomendado.