Desde q entras ya sabes q algo bueno vas a comer porque el olor es alucinante. Tienen una variedad de productos bastante amplia y se nota que el trabajo es artesanal por los sabores caseros de sus productos. Hasta Ahora mis favoritas la de almendras, la de guanabana y la de Toddy Uff!! Aunq queda mucho por probar. El personal aclara cualquier duda y si el tiempo lo permite hasta te echan el cuento de q se trata de un negocio familiar donde la abuela es el centro de todo. No tienen punto de venta así q hay q ir con efectivo, también aceptan transferencias de algunos bancos. Las tortas salen a diario y se pueden hacer encargos de todo tipo. Según próximamente darán cursos. Todavía les faltan mesitas.