Este es uno de esos lugares llenos de empleados que no hacen nada y además te atienden cuando les da la gana, y cuando lo hacen es con la parsimonia del indolente. El tiempo mínimo de espera para ser atendido, pagar y disfrutar es de 15 minutos. CRONOMETRADO, no inventado. A veces su pastelería no es fresca, pero cuando está fresca ofrece la calidad de siempre. Los cachitos y las raciones de pizza ya no se parecen a las de antes. Hable fuerte yo no le atenderán. Advertidos están...