Hoy estuvimos por aquí para el almuerzo. Es básicamente comida casera, aceptable. Lo que varía es que tienes una vista al AVILA muy bonita. Valió la pena pasar un rato. Me comentan que los viernes es de mojitos y se pone el sitio bastante ocupado, cuentan con estacionamiento privado. El sitio cuenta con una mini barra y pocas mesitas pero me pareció bien acogedor, distinto a lo usual. Se podría decir que es una quinta con piscina 🏊 donde además imparten clases de natación. Es como estar en la casa de alguien, amigo, conocido, -fue la impresión que me lleve del lugar-. 👍🏻