Luego de subir las escaleras te dan una cálida bienvenida en la puerta para entrar a este fotogénico refugio del frío a casi 2.000 metros sobre el nivel del mar con un estilo europeo, luz tenue, mobiliario de madera, una buena barra, vista a la ciudad de Caracas y mesas especiales para el fondue, su especialidad y recomendación. Tienen precios razonables en su comida y bebidas, en mi más reciente experiencia, no había vino, refrescos ni mostaza para las carnes del fondue, estos ítems son básicos y necesarios para el mejor disfrute de este particular restaurant.