Visité el restaurante y aunque nos atendieron amablemente la comida no estuvo bien. Muchos de los platos no los había y tuvimos que pedir lo que quedaba. Si nos hubieran informado desde el principio habríamos decidido irnos. Trajeron dos de los platos con el contorno cambiado sin consultar a los comensales porque ya no les quedaba ensalada. La pasta boloñesa muy mal hecha, con la salsa muy seca y hecha con ingredientes que no debería llevar: pimentón en vez de tomate. Además la pasta estaba pegada y lucía como si la hubieran desmoldado de un envase y así tal cual la colocaron en el plato. La porción de pollo a la plancha es muy pequeña, la calidad del bistec de solomo no fue satisfactoria. Las servilletas de tela y manteles estaban sucios (una servilleta hasta tenía marcas de labial y aún así la pusieron en la mesa). En el baño tenían una toalla para secarse las manos lo cual no es nada higiénico en un lugar público. Deben usar toallas de papel. En nuestro caso no volveremos. Deben mejorar muchos aspectos para no perder clientes.