Volví a Rulo solo por un perro. Pan suave y caliente, papas y cebolla frescas, salsas de calidad, expedita atención, todo estaba en orden menos la salchicha. Fue inevitable, la crisis alcanzó a Rulo. Tal vez por no disponibilidad en el mercado o no producción hubo un cambio, una marca de salchicha emergente; buena, pero no como las acostumbradas. A pesar de esto, el precio emergió por sobre cualquier perro con toppings especiales. Aun se puede ir y verificar.
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