La mitad de los platos del menú no estaban disponibles, así que me he quedado con muchas expectativas, lo que comimos estaba delicioso, auténtico sabor italiano respetuoso de lo tradicional y de los ingredientes. El ambiente es ruidoso y caluroso, el servicio puede mejorar. Solo tengo que reclamar que un restaurante de este tipo puede y debe invertir en una vajilla, vasos, copas y cubierto de mejor calidad. Me dio pena ver una comida bellamente servida y los cubiertos y cristalería baratos, como que no cuadra la cosa.