La comida es buena (más o menos como en todos los migas) su punto a resaltar respecto a otros locales de la franquicia son las panquecas de red velvet que son una apuesta innovadora y que me parecen genial para un desayuno dulce o una merienda. La atención es sencilla, mayormente pides por caja y esperas que te lo lleven a la mesa y cuenta con dos ambientes, uno en el pasillo del centro comercial techado y otro en el segundo piso del local.