Muy buen lugar para salir de la rutina y sentirse, así sea por unas horas, en otro país gracias a esa magia del pueblo del hatillo. Comimos unas entradas que estaban excelentes y a un buen precio. Además tienen varias opciones para tomar y comer plato fuerte. Algún día probaremos sus desayunos. La atención fue lo mejor. De verdad que los mesoneros atendieron con una sonrisa en el rostro y siempre diligentes. Volveremos.