Una experiencia espectacular para una ocasión especial. El menú de 11 platillos es una experiencia única, explosivas mezclas de sabores y texturas en algunos de ellos, como el tartar de lau-lau ahumado, la crema de zanahoria y el pastel de identidad. Las instalaciones son relativamente sencillas, ya que la naturaleza alrededor se roba las miradas, con bellos pinos y el mar al frente. El servicio es muy bueno, el equipo es muy atento. Dejen que lo llevan y lo traigan desde el Hotel Ávila, ya que el camino es muy intrincado. El precio... ni idea, estaba invitada a un evento, pero es ideal justo para una ocasión así. Lo que sea que valga, vale la pena pagarlo si existe la posibilidad.