El Jardin

Buen ambiente, un lugar perfecto para reunirse con amigos, compañeros de trabajo hasta solo a tomar un vinito, leer y disfrutar de buenas bebidas y comida. Perfecto para reuniónes de trabajo por la tranquilidad qué hay.

Este lugar es como un tesoro escondido, es hermoso, te sientes tomando el té en Alicia en el País de las maravillas, la comida, atención y el ambiente todo espectacular. Lo recomiendo

Me agradó mucho este lugar, oculto en La Florida. Estacionamiento en la calle con cámaras de vigilancia, entras a un edificio donde a la izquierda se encuentra el área común denominada jardín, tiene varias mesas con mobiliario y capacidad diferente y un banco continuo en el muro perimetral del edificio, decoración e iluminación es agradable todo bajo la sombra de un enorme jabillo. Una vez ubicados, la atención es muy amable y preparada, dando sugerencias según los gustos el consumidor. El café, proveniente del estado Lara me pareció excelente; viene con arte en el procesamiento y preparación por baristas, lo probamos en espresso y tiene el punto de acidez que me gusta, y para el mismo tienen propuestas originales en cafés especiales, también ofrecen tés e infusiones, cervezas artesanales de una casa reconocida y algunas opciones para picar, como empanaditas y tequeños. En resumen es un local muy agradable, con buen ambiente para conversar entre cafés y/o cervezas, y creo que volveré! Recomendado.

Este restaurante se encuentra en una casa de la Calle Ávila, justo al frente del supermercado Mi negocio de Alta Florida, puedes estacionar fuera de la calle que tiene la garita (en frente de un muro con arte callejero). Su ambiente es agradable, tienen muchas plantas, es tranquilo. La atención el día que fuí fue genial, la dueña nos trato súper bien. Lo malo es que no tenían todo lo del menú, aún lo están definiendo. Los tequeños y los cafés que pedimos estaban buenos, muy normales. Tienen buenos precios, no es caro.

Desde que entré a ese lugar quede encantada con el espacio porque es un jardín literalmente con muebles antiguos, iluminación amarilla lo que que le da calidez al lugar y varias macetas con plantas. En lo que pides el menú te das cuenta que es un lugar para tomar cócteles y picar, varias de las opciones que queríamos no estaban disponibles, es un lugar muy reciente y estaban terminando de definir su menú. Probé los tequeños de masa de ají dulce estaban cheveres sin embargo el queso me pareció salado, lo que me llamo mucho la atencion de ellos era que lo acompañabas con chimichurri, otra cosa interesante fue el Limonium, se los recomiendo. El lugar te proporciona un ambiente agradable para sentar a conversar un buen rato, te ponen hasta una velita encendida al llegar.