Una de las Pastelerías de siempre en Caracas, siempre entre las mejores, no recuerdo haber comido pasteles salados allí, pero si dulces, dulcitos y cafès. Me voy más por los dulcitos, para probar más variado
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Esta pastelería es siempre una buena opción para complacer algún antojo de dulce con un buen café, muy buenos dulces y tortas por lo general frescos por la alta rotación, la atención es eficaz, el sistema/proceso de pago es algo lento y engorroso y el ambiente no es para quedarse mucho tiempo, ya que son pocas mesas y están afuera. Recomiendo las "borrachas" y los profiteroles de chocolate y crema.
Esta pastelería, no tan conocida, entra fácilmente en el top ten de Caracas. La propuesta y frescura de sus tortas y dulces está al nivel de la Tivoli (la cual está muy cerca) o la Doris. Recomendado el profiterol, es realmente bueno. Grata atención, tiene un espacio para sentarse tranquilamente a tomar un café y probar alguno de sus pasteles. El croissant de chocolate, al igual que el de queso crema están bastante bien.
Los dulces deliciosos y a muy buen precio, la atención nada buena... no comprendo porque las trabajadoras son poco atentas y siempre están molestas, hay días en que vas y hay punto de venta y otros en los que no, el ambiente si es bastante agradable.
Vamos a la pastelería Edelvays desde hace unos 12 años. Todas las semanas desayunamos o merendamos ahí. Los pasteles de hojaldre de ricota, ricota con espinaca, carne o pollo son mi debilidad. La pizza es muy buena también. El croissant simple... A veces compramos pasta seca para tomar el café. Pero al menos una vez por semana, nos llevamos dulcitos. Tienen una muy buena crema pastelera. Las tortas y los dulces son una delicia. La milhoja y el profiterol son sus fuertes. Hasta ahora, no he probado el primer producto que salga de sus hornos y no me guste. Los precios son solidarios, si se comparan con otras pastelerías. El ambiente es relativamente tranquilo. El espacio es pequeño, pocas mesas. Hay seguridad, a veces hay más guardias que gente. En las mañanas y al final de la tarde está bastante concurrida. Puntos menos: La situación actual los ha llevado a utilizar algunos ingredientes de menor calidad. El café es regular y el servicio es un poco loco. Yo la llamo la pastelería nazi, como aquel episodio de la sopa de Seinfeld. La mayoría de las señoras actúan como dementes. El producto es tan bueno que uno asume esa locura como un valor agregado. Cuando hay clases en el colegio de al lado, se vuelve un gallinero con las maestras chismeando y tomando café. Por lo general, el punto de venta está malo y NO aceptan tarjetas de crédito. También tienen un límite mínimo para pasar las tarjetas. Es recomendable ir con suficiente efectivo. Hacen de todo como para que te vayas. Es una cosa de locos. Yo tengo doce años diciendo que no vuelvo a esa pastelería y aquí estoy recomendándola.
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