Restaurante con una vista inigualable y entradas muy buenas que por desgracia anticipan un plato que no les hace justicia pues el así llamado "plato estrella" de la casa no es más que un insípido cochino frito. El servicio muy atento hasta que te das cuenta de que te facturan diferente al precio de carta con el descaro de haber dicho un precio en la mesa y colocado otro en la factura.

Un lugar como pocos hay en este país, el cual nos brinda cocina de verdadero nivel a un precio que más que justificarla, se queda corto pues la excelencia de este restaurante de expresa en cada plato. Una injusticia es que sea calificado con la misma escala que pizzerías o franquicias de hamburguesas pues este lugar está en un nivel totalmente superior y al cual recomiendo ir con los ojos cerrados si de verdad quieren conocer la buena cocina que ofrece Caracas.

Un lounge bastante agradable para pasar el rato, ya sea con café o con alcohol. Teniendo un buen ambiente musical e indicadores de las funciones del "Trasnocho Cultural" para así no perderlas, pues es fácil que se escape la noción del tiempo en este lugar.

Buen ambiente pero la comida carecía de fuerza, la pasta siciliana no tenía los sabores correspondientes y el lomito 3/4 vino casi crudo

El sushi es bueno, pero jamás justificaría el precio de los platos, se puede comer mucho mejor por menos en la misma zona.