¡Excelente restaurant! La comida es deliciosa, el personal súper amable y atento, el local es pequeño pero acogedor. Recomiendo reservar con tiempo porque siempre está full.
Platos recomendados
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Precio por persona de: Entrada + Plato principal + bebida SIN ALCOHOL
Precio = Entrada + PLato principal + Bebida
Somos afortunados de tener un pedazo de Francia en el pueblo del Hatillo, este restaurante tipo Bistró es espectacular, tan pronto lo vez por fuera entiendes que vas a pasarla increíble, al mejor estilo del Bulevar Parisino de St Germaine disfrutamos de un entrecot bañado en salsa café de Paris con sus tradicionales papas fritas, probamos el risotto con hongos, perfumado con eneldo y romero y un toque de queso roquefort que lo hace aún más cremoso, no contaban con carta de vinos pero nos ofrecieron un Malbec argentino que fue muy bien con nuestra comida, sin duda estructuralmente es novedoso y su oferta gastronómica es acertada, sus precios son tentadores para visitarlo con mucha frecuencia, cuentan con vallet parking y deben reservar, para lograr una mesa, sin dudarlo lo recomiendo ampliamente. no dejen de vivir la experiencia Le Rue de Lys.
Comida que se mantiene con una calidad de nivel notable, de sabor logrado al estilo continental europeo y con el mejor risotto de champiñones que haya probado. El servicio se mantiene formal y ágil. Precios elevados, para un promedio de unos 30$ por comensal. El lugar estéticamente logrado, con una iluminación agradable, pero que se queda corto en espacio, ya que las mesas se encuentran demasiado próximas unas de otras.
Comida francesa con protagonismo de proteínas cárnicas, de alta calidad y sabor logrado, que sorprende positivamente por su similitud a la gastronomía conseguida en la propia Europa. El servicio es formal, educado y con rasgos protocolares que se hacen notar, sin cobro compulsivo de servicio y con un tiempo estimado de traída de la comida de unos 15 minutos para 3 platos principales. Precios elevados al estar considerablemente por encima del promedio, para un aproximado de 30$ mínimo por comensal. El lugar tiene una decoración previsiblemente afrancesada, de colores pasteles y con intenciones de emular un estilo clásico francés, el cual, en términos de espacio físico, se queda corto, lo cual incomoda por la alta concurrencia y poco espacio, además de que la profundidad de sus sillas, alejan forzosamente al comensal de la mesa. Restaurante con comida de calidad notable, que me deja con sólidas razones para regresar.
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