Simpatica tasca española por la amabilidad de su propietario e hija. Conjuga su estilo con cuadros de artistas venezolanos que ofertan sus obras. Lugar de tertulia y buen comer español. Sencilla y agradable. Dificil estacionar y la zona de cuidado por lo insegura. Visitar temprano y cautela para desgustar sus platos españoles