La historia de la hacienda y su antigüedad es lo más atractivo. El lugar es amplio y la vista realmente es espectacular, porque ademas de la vista hacia el mar como otros restaurantes, se puede apreciar el cerro. En cuanto a la comida es normal, realmente no es mala pero nada tiene para destacar. El servicio es regular, fui un domingo y había una sola persona atendiendo, sabiendo que es el día en que mas gente concurre... Dado que al parecer van bastantes grupos familiares el ambiente es muy bullicioso, por lo que no lo recomiendo si quieren ir a tener una comida en pareja y disfrutar de la vista y la tranquilidad (porque no lo podrán hacer).