Bueno, bonito y "barato". Sencilla pero sólida propuesta italiana-siciliana muy bien localizada. Carta mayormente de pastas y risottos, faltan carnes. No recomiendo los gnochis de zuppa pero si los linguinis con salsa de queso de cabra y la panacotta. El pan de la entrada estaba viejo. El servicio fue atento y amable, le faltó rapidez con el café, que tardó más que el plato principal. El ambiente es acogedor y simple, con una terraza simpática. Volvería.