Es bien interesante el ambiente del lugar aunque algo incómodo para comer allí ya que no hay sillas ni mesas. Te atienden rápido. La parrilla es buenísima, el sabor de la carne es el mismo de toda la vida, el pasar de los años y la situación país por la que estamos pasando no ha hecho bajar la calidad de los platos que ofrecen. Eso sí, los precios están MUY ELEVADOS, el tamaño de los platos no va acorde con el precio, con lo que me cuesta una parrilla en Don Pepe, (para almorzar y quedar bien necesitas comerte minimo 2), te comes un buen plato en cualquier pollera o restaurante chino y quedas más que full!