El local tiene una decoración moderna y varias mesas tienen esos aparatos que te permiten cargar el teléfono. La mesera que nos atendió fue súper amable y se sentía genuina. Las milanesas y las bebidas estuvieron excelentes. Lo malo: las bebidas son carísimas y las papas que vienen con la milanesa no tienen nada especial, vale más la pena pedir algún otro contorno. A pesar de esto, lo recomiendo e iría de nuevo.