Al momento de entrar, te transporta a un ambiente hipster/bohemio, notándose muchas decoraciones inspiradas en la película Amelie; la decoración es perfecta pero al ser un lugar cerrado, en horas de ir a postrear... se hace un poco abrumador pero tiene aire acondicionado. En cuanto al servicio, habitual, pides lo que deseas y el mesonero te lo lleva. Los postres muy buenos, por ejemplo el pie de limón, se sentía la esencia y el sabor pleno del limón y los cafés muy sabrosos Recomendado para pasar un rato chevere con amigos