Un restaurant familiar que conserva su tradición, con un ambiente muy agradable al estilo español, la atención y el servicio es recomendable sin quejas al respecto. La comida excelente!!! de entrada ordenamos unos pimientos rellenos de camarones que son fenomenales, de plato fuerte unos camarones rebosados y un mixto de lomito y pollo a la Roquefort muy buenos con referente a la bebida el frappe de parchita y la limonada ufff sabroso. Sin duda alguna volvería