El ambiente es completamente adorable, muy tranquilo, no molestan los ruidos de afuera, es bastante amplio y acogedor. Las luces tenues en los lugares adecuados, olores suaves que no molestan sino que te dan ganas de quedarte allí más tiempo. El servicio todos muy amables y bastante rápido. En cuanto a la comida, muy ricos los postres. Lo que ya se conoce de Páramo, el precio y sabor esperado en cuanto a sus cafés y Frappuccino’s.
1 Me gusta