A este restaurante hay que ir con ganas de comer, la mini cachapa es una cachapa de tamaño normal de cualquier otro local, la cachapa grande es una salvajada, es muy muy grande, son divinas, las costillas de cerdo, el cochi mix, el pollo frito, las hallaquitas son muy sabrosos, la sopa te la sirven en una ollita, las porciones de comida son generosas. La última vez que fui, pedi una parilla de pollo, carne, cochino, chorizo, morcilla, papitas y hallaquitas, todo en su punto, bien sazonado a excepción de la carne que estaba muy dura. La atención es rápida, los fines de semana de llena mucho el local y hay que hacer cola para entrar.

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