un restaurante con una decoración muy bella, diferentes espacios y gran tamaño. la atención buena aunque a veces muy lenta. de entrada la focaccia con frutos del mar rebozados excelentes, vienen acompañados de una salsa de ají amarillo que le da un gusto increíble. segundo plato pasta rellena de cordero en salsa ragú y de postre los canolis. súper recomendado para pasar un rato agradable, el día que lo visitamos había saxofón en vivo. 30$ p/p
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