Esta panadería de concepto asiático me llamaba mucho la atención desde que la abrieron, venden diversos desayunos, postres y bebidas. Siempre me ha gustado probar comida de otras culturas, y cuando visite el lugar pedí los baos de carne de cerdo, pollo, huevo salado y de bebida frappe de mango sago. Otro día me aventuré con la cheesecake así como el te de Jasmin con leche y tapioca, el dumpling de pollo y la hamburguesita. Todo super rico de verdad, lo recomiendo, es toda una experiencia comer allí, vale la pena.