Tenía tiempo sin comer una buena arepa, y que estaba de visita en el país, no pude dejar pasar la oportunidad. Precios moderados frente a otras locuras que vi. El jugo de guanábana, muy rico!!

Buena opción para comer algo dulce en el Hatillo. La calidad de las donas son buenas a pesar de la situación. Probamos unas cuantas de las que ofrecen y tenían buen sabor. La textura de la masa, es lo que le da el plus y hace que sobresalga por encima de lo que consigues habitualmente. El espacio bastante cerrado, es más para llevar que comer dentro del local (no hay espacio). El mural a los Cruz-Diez le da el toque personal.

Las pizzas buenas pero nada del otro mundo, los raviolis rellenos de ricota fueron muy buenos, creo que fue el plato que más nos gustó. El ambiente agradable como para ir en familia

Creo que este es mi nuevo Spot para cuando vaya a comer comida árabe y en especial el shawarma (cordero) es el mejor que me he comido en mi vida y el tabule perfecto. El ambiente no es nada acogedor pero vaya que la comida compensa brutalmente. Lo recomiendo con los ojos cerrados

Los desayunos aquí son espectaculares y en buenas proporciones,el ambiente me gusta, nada elegante pero si representando su tipo de comida. El día que fuimos, por mala suerte no tenían luz, fue un poco tedioso a la hora de pagar, de resto todo muy bueno. Repetiría otra vez!

Perfecto para ir en familia o con tu pareja, lo único malo es que se llena demasiado y a veces hasta esperar por una mesa, se vuelve tedioso. Los helados muy buenos y la cola de langosta de chocolate, fenomenal!. El servicio no es tan bueno como debería de ser.

El ambiente es espectacular, la comida igual! Bien en proporciones y calidad, la host muy atenta a la hora que llegamos, de igual manera los mesoneros que nos atendieron. Sin duda repetiría otra vez. Perfecto para ir en pareja y pasar una velada

El ambiente es super acogedor, las sillas y mesas van de acorde al ambiente que ofrecen. Los dulces y salados son ricos, lo único malo es la manera en que debes hacer todo para poder comer, pides, te llenan una hija, con esa hoja vas y pagas, luego te acercas otra vez con el ticket para pedir y por lo menos esa vez, me dieron hasta la bandeja, no me lo llevaron. Para el tipo de local que es, creo que deberían de ofrecer un servicio más personalizado.

Pedimos casi toda la carta y nos gustó absolutamente todo, el ambiente es muy acogedor e íntimo, perfecto para ir con tu pareja. Lo único que me pareció malo, son las bebidas sin alcohol (jugos) vienen completamente sin azúcar y además tienes que pedirla porque sino, no te la llevan a la mesa.

El ambiente es el excelente, la música en vivo en la terraza sin palabras aunque a veces no te permita hablar con la persona que estas. La comida muy buena, las entradas espectaculares, sin embargo los platos principales tardaron casi 1 hora en llevarla y eso fue molesto. Todo lo demás excelente.