Lugar que se promociona con fortaleza en brunch, pero que tiene una influencia y oferta claramente italianas. Mis expectativas fueron defraudadas: comida entre regular y simplona, que no destaca, de precios moderados y porciones considerablemente reducidas, habiendo una inconsistencia clara entre precio y porción. Lugar simple, no tan espacioso, con doble ambiente externo e interno, de ubicación algo remota. Quedo sin mayores razones para regresar.

Comida casera, de porciones estándares, sabor normal y 3 proteínas, en diferentes presentaciones, a ser combinadas con dos acompañamientos. Precios bajos, que comienzan en 6$ por menú, que no incluye bebida. Servicio estándar que no destaca. Lugar de buena ubicación, pero que se abarrota por la cantidad de gente, teniendo que hacerse cola para poder ordenar.

Comida internacional, que coquetea con la idea gourmet y que se presenta de buen sabor y calidad, en porciones moderadas y una carta interesante con fuerte en desayunos, algunas opciones saludables y repostería/bocadillos de hojaldre. Servicio bastante amable, pero lento, con una espera de más de 30 minutos para 3 platos. El lugar es un punto fuerte: estética contemporánea y minimalista, con un ambiente externo amplio, que tiene un clima agradable y una escena atractiva para conversar y permanecer.

Helados de buen sabor, variedad estándar y porciones medianas. Servicio rápido y cordial. Lugar pequeño que, en esta oportunidad, tenia la temperatura demasiado baja, haciendo un poco incómoda la estadía en el interior. Precios por debajo del promedio, para 3,5$ una barquilla mediana de dos sabores.

Comida japonesa comercial, de calidad y sabor regulares, con toques dulzones. El punto fuerte de este lugar son la carta de promociones que te pueden dejar un plato de sushi rodando los 6$. El servicio es rápido. El lugar se abarrota al mediodía, por lo que debe llegarse temprano.

La comida se mantiene con buen sabor y porciones adecuadas, con acompañamientos interesantes de papas, ensaladas y salsas. El lugar se atesta en horas del almuerzo, haciendo que el servicio se desborde y cueste captar la atención de algún mesonero, haciendo la experiencia, además, algo incómoda, porque el lugar se queda bastante pequeño. Precio promedio gira en torno a los 15$ por comensal.

Comida que se mantiene de elevada calidad, con sabor logrado y que destaca por su sazón trufada y de condimento más que agradable, con porciones moderadas a reducidas, cuyo estilo invita a pedir para compartir múltiples opciones. Precios considerablemente elevados, para unos 50$ en promedio por comensal, con comida suficiente, bebida y postre. Lugar agradable, amplio, al que se accede con reserva previa, de estilo clásico restaurado. Servicio que mantiene algo invasivo y un poco fingido, que hace notar la búsqueda incesante de propina, lo cual desmejora ligeramente la experiencia.

Comida que mantiene un estándar notable y que destaca de otros por mantener sazón europea continental y platos continuamente trufados, con sabor logrado y porciones adecuadas. Precios elevados para unos 35$ por persona con plato principal, acompañante y bebida. Lugar de estética afrancesada, que solo es accesible con reserva y que puede quedarse corto al momento de alta demanda.

Comida de buen sabor, porciones generosas y especialidad en panini. Lugar moderno y agradable para un almuerzo de trabajo o en grupo con amigos, de espacio no tan amplio, que complica si no se llega temprano. Precios en torno a los 15$ por persona. El servicio ligeramente intrusivo.

Regrese después de un tiempo, para conseguir comida que mantiene se calidad, con buen sabor, variedad Ibérica interesante para un tapeo, sugerido por encima de la orden de platos principales. Precios relativamente altos, para unos 40$ por persona, con comida suficiente, bebidas y postre. Lugar de ubicación privilegiada, complicado para estacionar, con ambientes extenso e interno, diferentes pisos y ambiente te tasca tradicional refinado. Servicio educado y bastante atento.