Soy un catador hecho y derecho que explora continuamente una vasta gama de alimentos que pueden ir desde alcachofas hasta cáscaras de cítricos. Las experiencias alimenticias se registran en la memoria del catador y están siempre listas para utilizarse con el fin de ayudar a dar un nombre a cada experiencia y sensación gustativa. A la hora de una degustación de alimentos que tenga por objetivo describir la experiencia sensorial, mis reglas a seguir son las siguientes: gozar de buena salud, no fumar, evitar el consumo de café, de chocolate o de alimentos que tengan sabores fuertes o persistentes antes de una degustación, y evitar los perfumes, las lociones y las cremas que sean muy olorosas. Los expertos han determinado que, si estas reglas no se cumplen, se puede alterar el sabor percibido. La degustación debería ser un momento agradable para la persona que la lleva a cabo y debe realizarse en un lugar bien ventilado, lejos de olores y ruidos.