Pasticho de berenjenas horrible. Las berenjenas en pedazos inmensos sin cortar. En realidad era una bechamel gratinada. Quedé con un mal sabor en la boca.

No es muy agradable a la vista, es una taguara. La atención es fatal, pero los platos están entre los mejores de Caracas. Recomiendo la cacerola de berenjenas, los tallarines al curry y la flor de ajo porro.

Era un sitio excelente, pero desde hace un año ha desmejorado notablemente. Los cubiertos plásticos, la comida recalentada, el tabule ácido.

Tenían un buen cocinero que preparaba unos Cartoccios espectaculares, pero un día la comida estuvo fatal. Pregunté al encargado y me dijo que el cocinero se había ido, no se si de vacaciones. Además, cuando fui a pagar, los empleados perdieron mi cédula. Solía ser cliente frecuente, pero a partir de ese día no fui más.

En un principio el restaurante era bastante familiar, pero cambiaron a los mesoneros y el servicio empeoró al igual que la comida. El combo mixto sigue siendo una muy buena opción en relación calidad/precio. Los dulces son bastante secos. Perdieron mucho cuando cambiaron los cubiertos por cubiertos de plástico. No sólo perdieron categoría sino que también es una tortura para el comensal.

Está bien. Bastante minimalista. En un principio era económico, pero últimamente ha aumentado bastante de precio. Los sushis están bien. Muy parecidos a los de Bonsai, pero sin ser un restaurante de comida rápida.