En días pasados buscando salir de la monotonía mi pareja y yo nos dimos la tarea de ubicar este restaurant peruano tan recomendado. Luego de conseguir puesto a 2 cuadras del mismo y de esperar que se dignaran a abrirnos la puerta nos conseguimos un recinto lleno a reventar y con la suerte que éramos solo 2 nos ubicaron en la única mesa disponible que era justamente para 2 personas, la calidad del local es similar a la de su atención y diametralmente opuestos a su comida, pedimos 2 pizco sour que me hizo recordar inmediatamente a mi visita a Lima en años pasados, la entrada no podía ser otra que ceviche, excelentísimo, de 2do plato mi novia pidió pulpo a la parrilla que estuvo bueno (7/10) y yo me decidí por unas costillas de cerdo que aunque estuvo bien en su proporción y tamaño del costillar no lo fue en su sabor. En resumen ambiente de botiquín, servicio de fuente de soda, comida y precios de restaurante VIP. Resalto que no soy una persona que se deje guiar por la decoración o el empaque del producto, puedo comer chivo en una casa rupestre en aregue del Lara y soy feliz, pero si me van a cobrar por 5 estrellas mínimo espero 4. Si les gusta la comida Peruana ( para mi la mejor cocina de América ) no dejen de visitarlo.