Es un restaurante que ha tratado de mantenerse a pesar de los tiempos que vivimos. La comida es buena y hay variedad (la mayoría de las veces). La lengua la preparan bastante bien. A veces el servicio es algo lento, en especial cuando está lleno y eso es algo a corregir. Deben calcular entre 450 -600 por plato (entrada + plato fuerte sin bebida) por persona. Las pizza son muy buenas (a la leña), aunque en ocasiones no tienen todos los ingredientes (la familiar está entre 900 y 1.200 BsS).

Excelente comida, aunque no tan típica como me esperaba. Tienen un menú variado. La atencion es muy buena y eso se agradece.

La atención ha desmejorado muchísimo, mas si se tiene en cuenta el precio. La semana pasada el local no estaba lleno y el mesonero se tardaba media hora entre pedido y pedido. se le "olvido" llevar la entrada y la trajo cuando ya habíamos comido. La verdad era un sitio muy agradable para tomarse unos tragos, pero ahora no vale la pena.