Había tenido la experiencia de visitarlo en otra oportunidades y me parecía un lugar rico de visitar con excelente comida. El jueves tuve la oportunidad de repetir y realmente debo decir que todo cambio. El servicio es mediocre, si mediocre porque muchas de las cosas de la carta cambiaron, tienen los mismos nombre pero sin la descripción del contenido, aunque le comentamos al mesonero que queríamos un platos mixto con kibbe y falafel nunca nos comento que el plato ya no lo tenía sino que llevamos la sorpresa de que el plato ahora trae chorizos, que además de acotar malísimos. La crema de garbanzos floja en sabor, el plato ya no lo acompaña las tres cremas sino yogurt y hummus. Cosa que tampoco explican. Sin contar el precio ese solo plato para 2 personas y 2 jugos y una ración de papitas 75 dólares. La peor experiencia gastronómica.