Lamentablemente avila burger no es la misma que en sus comienzos, pero tratan de dar la talla pese a la criais del país. Las hamburguesas son siempre muy buenas (aunque ha disminuido mucho el tamaño) y los contornos son los que no me convencen. El ambiente siempre muy alegre para ir con tu familia o con tus amigos.

Es perfecto para ir a comer después de rumbear, además de que la ubicación es perfecta y tiene amplio estacionamiento. Las arepas con todos los rellenos son divinas al igual que los jugos naturales. El chupe es exquisito y se puede compartir entre dos personas porque es grande.

Platos divinos mexicanos estilo comida rápida. Recomiendo la ensalada en la cesta, si estás buscando algo que no sea tan pesado.

Está bien para compartir entre amigos casual. Las peceras siempre terminan siendo lo más económico. El mojito de mora y mojito Samoa me gustaron bastante pero debo admitir que son tragos de niña. La música la ponen muy alta y es difícil escucharse.

Los mejores sabores venezolanos. De entrada recomiendo los tiraditos de atun son increíbles. De plato solo he probado el pastel de chucho y el asopado de mariscos (este último increíble). Postres probé los sorbetes de fruta ( este si ya estás satisfecho porque son bastante ligeros) y la merengada de fresa (muy bueno). Las raciones no me parecen tan grandes.

El sitio está lindo muy vintage ideal para llevar a tu abuela o ir a tomar un café con una amiga. Los postres tipo pie divinos, recomiendo el pie de limón. El sistema de pago me parece un poco engorroso porque hay que desplazarse al otro lado de la sala.

Fui a desayunar. En mi caso pedí huevos benedictinos pero tenían un ácido que no me encantó. Mis acompañantes pidieron cachapa. Me pareció muy pequeña la ración para el el precio y además el queso parecía era como mozzarella. La decoración espectacular