Es la segunda vez que voy y quedó bastante decepcionado, decidí comer en el puesto que está al frente del colegio bajando las escaleras y la verdad un completo fracaso, pedí el plato "Perú con todo" 5 variedades de platillos peruanos (causa, ceviche, papá rellena, papas a la huancaina, y pollo frito), ningúno impresionante, porciones muy pequeñas, la comida fría y alta en sal. El servicio pésimo, los empleados discutiendo en frente de los clientes, nada atractivo a la vista. Lo único rescatable los productos típicos del país (Inca kola) etc. Y los helados de lúcuma.

El restaurant tiene dos ambientes, la parte del rancho y la sala, fue remodelado hace poco y aun conserva su estilo rústico pero acogedor, La comida es excelente, destacando su Parrilla Argentina, los chorizos son muy buenos al igual que las morcillas, porciones generosas y adaptada a sus precios, el servicio muy bueno, un lugar para compartir con la familia y amigos.