Excelente comida italiana, sin pretensiones de querer ser muy sofisticado nos brinda sabores propios de una cocina casera italiana. los lomito al término y la pasta al dente, la verdad volvería. Lo malo el ambiente, a pesar de ser muy pequeño, el ruido de la barra es atormentante al punto de no poder escuchar a tus acompañantes, no se dejen engañar con los precios, a pesar de verse económicos si te descuidas terminas pagando más de 45$ por persona. De resto los tragos son exquisitos. recomendado