Lugar tranquilo, agradable, impecable la limpieza, concepto de cocina abierta visible desde todas las mesas. La comida estrella de la casa, el ramen, es normal nada espectacular el sabor del caldo y ademas llega tibio a la mesa, lo cual hace que finalmente se coma frio. Lo comimos de costilla y estuvo muy buena, la presentacion miy bonita, buena porcion pero le falta potencia de sabor y temperatura al caldo, que dicho sea de paso, es el secreto del ramen. Probamos las lumpias de cerdo muy buenas. Solo venden cervezas artesanales, no dicen la marca, solo el tipo de cerveza.