Panadería clásica portuguesa de espacio reducido y sin mayores pretensiones estéticas o de modernidad. Pizzas delgadas, de porción generosa y abundantes ingredientes que superaron mis expectativas, con precios relativamente elevados que se justifican en lo generoso de la porción, ya que una pizza sirve para dos comensales. Servicio informal, pero bastante rápido.
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