Si quieres conocer un sitio súper chic y rosa. Pues llegaste al lugar indicado. El ambiente es impecablemente hermoso, al igual que la presentación de los productos. La atención A1, todo está lleno de detalles muy bien cuidados. Existen opciones saludables sin gluten, sin azúcares, ni lácteos. En los cafés tienes un abanico de posibilidades para todos los gustos: en el caso del latte, puedes pedirlo con leche de almendras, descremada, deslactosada o completa. Hay una zona para que los niños jueguen mientras sus papis toman su merienda , o comida. La comida y los postres en presentación deslumbrantes, pero en sabor.... Nada sobresaliente. Es una pena, porque todo el esfuerzo en el ambiente, servicio y presentación pierde fuerza al momento de la degustación. Tengo fé de que puedan mejorar y potenciar los sabores de sus platillos y postres, porque se ve el esfuerzo y cariño en cada rinconcito de este mágico lugar. Pero es importante que haya consonancia también con la comida y postres que al fin y al cabo , debe ser el atractivo principal.

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