Cuando pruebas las empanadas sientes que valió la pena la cantidad de tiempo que te hicieron esperar para que te las traigan. Son buenas, de las mejores de Caracas pero el desagrado de la espera hace que esto se disipe un poco, estacionarse en los alrededores es un caos que solo te lo hace olvidar el café que es de excelente calidad. Recomiendo el sitio si tienes tiempo y paciencia para darte la experiencia.