Desde que abrieron ha sido una locura comer aquí, lo más interesante es la barra de autoservicios y la simplicidad de su distribución, que cuando se llena suele ser un poco desordenada y apabullante, pero igual es comida rápida, así que uno sabe con lo que se va a encontrar, relativamente rápidos y han mantenido calidad, con relación al precio, todavía es muy accesible. El único detalle es el estacionamiento, suele ser un poco incómodo, pero tienes la atención de los parqueros que es de lujo, siempre dispuestos y pendientes de que la experiencia sea la mejor.
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