Prova es la máxima expresión de la calidad por encima de la opulencia. La pizza, un plato que en este lugar se destaca más por su ejecución que por su composición, es un verdadero espectáculo para los sentidos. Aquí, la calidad de los ingredientes y la perfección en su preparación son los protagonistas, y lo logran de una manera impecable. Además, el servicio es de una calidad excepcional, lo que me hace recordar aquellos tiempos en los que el trato al cliente realmente importaba. Respecto al ambiente, tengo sentimientos encontrados. El local es encantador: pequeño, acogedor y tranquilo. Sin embargo, cuando se llena, la experiencia puede volverse un poco incómoda, y eso sucede con bastante facilidad. A pesar de eso, no dudaría en hacer una cola de 40 minutos para disfrutar de esta comida tan deliciosa. En cuanto a recomendaciones personales, no pueden dejar de probar la Cotto e Funghi y la A Gusto del Pizzaiolo.