Un lugar pequeño y simpatico de comida española. Apenas entrad destaca al fondo el cuadro al oleo de La Guacaya pintado por Regulo. Eramos asiduos visitantes en los tiempos de Pequiven. Nos atendia su propietario con toda amabilidad. Todo suele cambiar. Hoy ofrecen platos sencillos y hasta comida casera. Tienen hasta un menu ejecutivo barato a la entrada. Muy normalito hoy y sin pretensiones culinarias. Dificil estacionar como todo Chacao