A pesar de estar en una zona como Chacao, su ubicación exacta, casi escondido en un centro comercial sin mucha actividad, lo deja prácticamente aislado. Pero vale la pena buscarlo hasta encontrarlo. Su ambiente es su punto fuerte, su decoración se adapta perfectamente a lo autenticidad de su comida, libanesa pero con esmero. Es para pasar un buen rato probando distintos platos.