Ciertamente hay muchas cosas en el menú que no hay, pero lo poco que hay son propuestas extraordinarias y divinas! Los sabores envuelven el paladar y te hacen trasladarte hacia el mundo oriental! El servicio extraordinario, la sra. Susana nos consintió como si estuviésemos en su casa. Realmente espectacular, una muy linda opción frente a la plaza altamira