Este restaurante ha sabido mantenerse en el tiempo, con su tranquilo ambiente alpino, su simpático personal de siempre y sus platos suizo-germanos, en el marco de un clima fresco en El Placer. Los tiempos que corren en Venezuela, han llevado a recortar su otrora surtida oferta, pero aun así, su variedad de fondues y de otras especialidades regionales de Suiza y Alemania sigue siendo buena. Dependiendo del día y la hora, es el lugar ideal para enamorar y enamorarse, para disfrutar con la familia o simplemente relajarse con un trago después de la oficina. Altamente recomendable. Nunca quedará decepcionado de visitarlo. Una opción para tener en cuenta.