Es un lugar que visito de cuando en cuando, sobre todo para un after office, y siempre la misma calidad, la amabilidad de su personal, su variada carta y sus inmejorables cócteles. El ambiente es agradable, acogedor y de luz tenue emanada de las lámparas de aceite que colocan en las mesas por las noches. Su cocina va de lo formal a lo casual, con excelente presentación. Venga y pase un rato agradable. Le va a gustar.